Y ahora que ya hemos
entrado en materia, empecemos a cargarnos mitos, que hoy venimos muy guerreras.
Y no podíamos empezar de otra manera que con el mito por excelencia, "la
porno-enfermera". Ay, la tele y los disfraces... !cuánto daño han hecho!
Porque claro, algunos
llegan al hospital y la imagen que tienen de enfermería es esta:
Basta con hacer una
rápida búsqueda de "disfraz de enfermera" para que nuestro amigo
Google nos ilumine:
Claro está, que cuando
vamos por el hospital, todos hemos visto a las enfermeras llevando una
jeringuilla más grande que su propio brazo. ¿Me vais a decir que no es lo más
cómodo del mundo darle puntos a alguien con un bañador tan a la moda? ¿Y qué me
decís de esa falda-tutú, conjuntada con esos taconazos rojos? Creedme, si la
sanidad ya es lenta, imaginaos teniendo que atender emergencias con esos
zapatos... Lo que no falta en todos los disfraces es la cofia. COFIA. Voy a
contaros un secreto, así entre nosotros y sin que salga de aquí, Enfermería
lleva más de 20 años sin llevar cofia. Tampoco llevamos falda, y mucho menos
tacones. Este es nuestro uniforme habitual, unisex, de enfermeras y enfermeros:
En cuanto a las
relaciones sentimentales en el hospital, por supuesto que existen.
Médic@-enfermer@, celador-administrativ@, paciente-sanitario... Como en
cualquier ámbito profesional o cotidiano; el amor y la atracción pueden surgir
en cualquier momento. Pero no, un hospital no es una telenovela, y no, no
vivimos dentro de una temporada infinita de Anatomía de Grey. Es nuestro lugar
de trabajo, y como buenos profesionales, nuestra prioridad es vuestra atención;
la salud va por delante de la ficción.
PD. Ahora enserio, en
qué momento de la evolución del traje de la enfermería la gente empezó a creer
que íbamos así, ¿en qué momento? Ay, si Florence Nihgtingale levantase
cabeza....
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