Enfermería merece la pena.
Después
de que en este blog hayamos tratado ciertos temas que a diario nos preguntan
sobre nuestra futura profesión, quizás os preguntéis por qué aún así queremos
seguir estudiando esto.
Si no se nos valora,
si la mitad de la gente piensa que somos meras ayudantes del médico, si hace
nada nos denegaron la oportunidad de unas oposiciones, si como
estudiantes solo consideran que estamos ahí porque no nos llegó la nota para
entrar en otras carreras. A pesar de todo esto, merece la pena.
Merece
la pena porque son muchos los profesionales que luchan por que se nos
reconozca y para que nosotros, los estudiantes, tengamos la valoración que mereceremos como enfermeros el día de mañana y podamos ejercer nuestra
profesión con autonomía, no limitada por leyes que entorpezcan nuestro camino.
Merece la
pena porque a diario, no solo con nuestras curas sino también con nuestra compañía
y pequeños gestos, recibimos una sonrisa a cambio o unas palabras de
agradecimiento de parte de los pacientes.
Merece
la pena por la confianza que depositan en ti, por lo bonito que es acompañar a
una persona en su recuperación y verla marchar de nuevo a casa cuando ya se
ha curado, por la alegría de ver a una madre con su bebé recién nacido.
No todo son
rosas, está claro, hay veces que tenemos que acompañar a la persona en sus últimos días. Habrá veces que el dolor pueda y la
sonrisa que pusiste no será respondida con otra. También verás sufrir mucho y
te tendrás que mantener fuerte aunque las cosas también te afecten. Aguantarás
enfados, malas caras, desprecios a veces e incluso algún que otro insulto
maldiciendo a la enfermera. Pero te recuerdo: sigue mereciendo la pena.
Merece
la pena aunque tengamos un futuro incierto por delante y un par de años de
muchos libros y apuntes, aunque nos encontremos perdidos por el hospital y a
veces todo nos supere, aunque esa primera vía que intentaste coger no tuvo
mucho éxito y el paciente te miró con una cara entre dolor y pena, aunque a
veces no entendamos nada y nos frustremos. Aunque pasen cien mil cosas, merece
la pena.
Y para ti, ¿por qué merece la pena?
Seréis unas profesionales estupendas,
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